
Una válvula EGR sucia y/o defectuosa puede causar problemas con el flujo y el funcionamiento del sistema EGR, lo que conduce a problemas de rendimiento, incluyendo la reducción de la potencia, la reducción de la aceleración y la reducción de la eficiencia del combustible.
Las válvulas EGR pueden atascarse “abiertas” o “cerradas” debido a la acumulación de partículas de hollín, depósitos de carbón y suciedad de combustible.
Válvula EGR obstruida o sucia
Los depósitos de carbón no quemados también pueden impedir que las válvulas EGR permanezcan en una posición ideal. Este tipo de problema puede producir un ralentí no uniforme.
Las válvulas EGR obstruidas o sucias impiden la recirculación de los gases de escape, y esto suele ocurrir cuando se superan los 45 km/h.

Diagnóstico y reparación de una EGR obstruida
Los errores P1404 y P1406 aparecen en la herramienta de escaneo de la ECU y le indican que la válvula EGR está bloqueada. Basta con retirar la válvula y limpiarla con un kit de limpieza de válvulas o un limpiador de cuerpos de mariposa para eliminar los residuos, pero no es la mejor opción. Lo mejor es sustituir la válvula EGR por otra nueva.
La válvula EGR tiene un solo propósito, reducir los contaminantes NOx (nitrógeno) emitidos por su coche. Para ello, recircula parte de las emisiones de gases de vuelta a las cámaras de combustión en lugar de enviarlas al exterior.
Hay señales que indican que su válvula está fallando: ralentí no uniforme, bajo rendimiento a bajo kilometraje.
Otro efecto secundario de una válvula EGR bloqueada es el aumento del consumo de combustible.

Esto ocurre porque la temperatura dentro de las cámara de combustión es más baja. Esto significa que el combustible en su interior no se enciende con la misma rapidez o eficacia.
Una válvula EGR bloqueada en posición abierta también puede hacer que el motor se “cale” al ralentí.
Aunque esta situación no es tan peligrosa como la de un coche que se “cala” mientras conduce, requiere su atención para evitar que vuelva a ocurrir.
Si nota un descenso en el rendimiento, por ejemplo, durante la aceleración, puede deberse a que la válvula EGR está atascada en la posición abierta o cerrada. Esto puede manifestarse de varias maneras, incluyendo un ralentí no uniforme, un mayor consumo de combustible, chisporroteo o vacilación.
Cuando la válvula EGR no funciona correctamente, el motor puede quemar más combustible, liberando hidrocarburos y no pasar la ITV (inspección técnica de vehículos). Estos se mezclan con el NOx añadido y crean una peligrosa mezcla de gases nocivos.
Si ha leído la lista de síntomas anterior, no es difícil ver por qué no es bueno ignorar una válvula EGR defectuosa.
¿Y ahora que? ¿Aumento del consumo de combustible, ralentización de la marcha, “calado” y olor constante a gasolina además de no pasar favorable la ITV?
Al cabo de un tiempo, estos síntomas se convertirán en algo excesivo y tendrás que encontrar una solución. La mejor solución es la sustitución de la válvula EGR de tu coche.
La peor opción es anular la válvula EGR del coche.



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